RAFAEL HERRERA EL CAMPEÓN, VERDUGO DE NOQUEADORES

«Mi carrera no fue fácil, todos tenemos la ilusión de trascender y la mía era ser peleador estelar», Rafael Herrera.

Puños de Oro (Armando Zenteno C.)
Entre Atotonilco El Grande y Degollado, cerca de Ayotlán, está una población que se llama (Hacienda) Huascato en Jalisco y ahí llamada la «Puerta Grande o Capital de la Naranja” es la tierra que vio nacer al campeón mundial de peso gallo de los años 70’s Rafael Herrera Lemus, el 7 de enero de 1945, fue vecino de los toreros Eduardo y Jesús Solórzano, propietarios de La Hacienda en los años 50’s,  sin embargo a él no le dio por los toros ya que originalmente fue seminarista en su adolescencia y ya radicando en la capital, en la década de los 60’s estaba seguro que podría ser una figura del fútbol siguiendo los pasos de su hermano Jesús Herrera, quien jugó en los equipos Veracruz de la Segunda División profesional y El Atlante, entre otros equipos profesionales. Jugaba de mediocampista pero pudo más el boxeo que el balón. Rafael Herrera tuvo la fortuna de llegar a la vida del manager Jesús Cuate Pérez, “Chucho Cuate”, quien se había hecho una celebridad porque se trató ni más ni menos que en el descubridor de Ricardo “Pajarito” Moreno, que aunque no llegó a ceñirse un cinturón mundial, se convirtió en un ídolo de dimensiones colosales. Rafael Herrera debutó profesionalmente el 20 de marzo de 1963 con una victoria por decisión a cuatro rounds en La Arena Coliseo ante Memo González un peleadorcito con seis derrotas sin victoria, después ligo tres triunfos ante David Martínez Wenceslao Ángeles y David Monroy; parecía un buen arranque para  el año de su debut, pero el 21 de septiembre de 1963, se le apareció Alfonso José Cázarez y le quitó lo invicto en La Arena México por decisión. A pesar de la derrota, Rafael Herrera estuvo nominado entre los mejores preliminaristas del año de 1963, por La Comisión de Box del Distrito Federal. En 1964 su manager lo volvió a pelear en cinco oportunidades y el resultado del año anterior se repitió: cuatro triunfos y una derrota, tres por nocaut y una decisión y en su primera salida a provincia, perdió ante José Luis Madrid en Poza Rica por nocaut en cuatro asaltos. En 1965 se volvió a utilizar la misma fórmula, cinco peleas y el resultado fue igual, cuatro victorias y una derrota, cuatro de sus víctimas fueron peleadores de dos o tres victorias y su verdugo Gerardo Luna llegó invicto con cinco triunfos y le ganó decisión. Habrá que reconocerle a Chucho Cuate que lo administro mágicamente. En 1966 se gradúa como estelarista a diez rounds y sostiene cuatro peleas, se apunta tres decisiones y un nocaut, vengando de paso la derrota ante Gerardo luna, Rafael Herrera ya era una realidad y una amenaza para los gallos de espolones  afilados que en ese momento ya existían y otros que se estaban forjando. En 1967, Rafael Herrera se va a hacer campaña a los Estados Unidos, sostiene once peleas en California y dos en México. El Olimpic Auditorium fue su principal escenario y se mantuvo sin derrota., logrando ingresar a las clasificaciones mundiales. Seis victorias alcanzo en 1968 en igual número de combates, lo sobresaliente fue que sus rivales aumentaron en grado de calidad y siguió presentándose en el extranjero y la capital mexicana. La Comisión de Box lo nombró El Boxeador del Año. En 1969, Herrera combatió en nueve oportunidades, una de ellas fue el 15 de febrero de 1969 cuando se presentó en La Monumental Plaza de Toros de Monterrey para disputar la corona de los pesos gallos nacional, ante Chucho Castillo, la experiencia fue dolorosa ya que fue vencido técnicamente en tres rounds. El 5 de diciembre de 1970, Rafael Herrera enfrentó a uno de los gallones como lo era Octavio “Famoso” Gómez, la cita fue en El Forum de Inglewood, California y Herrera ganó por decisión, todas sus peleas. 1971 fue un año corto para el jalisciense pero tres de sus cuatro enemigos fueron de probada calidad a Rodolfo Martínez le ganó el campeonato gallo de Norteamérica por decisión en el Forum de Inglewood el 20 de enero de 1971. El 2 de abril en el mismo escenario dobló a Cesar Deciga por nocaut técnico en 10 asaltos. El 23 de agosto de 1971 volvió e encontrarse con Chucho Castillo en defensa de su cinturón de Norteamérica y obtuvo la victoria en una decisión dividida. A principios de la década de los 70’s no había ídolo más grande que Rubén “El Púas” Olivares, quien ostentaba el titulo gallo indiscutido unificado, del Consejo Mundial de Boxeo y de La Asociación Mundial de Boxeo, su impresionante record marcaba 69 triunfos, 62 de ellos por la vía del nocaut, por ello el 19 de marzo de 1972, absolutamente ningún experto le concedía la más mínima oportunidad de triunfo a Rafael Herrera, ante el guerrerense, salvo Don José Sulaiman Chagnón, entonces Secretario del Consejo Mundial, quien pugnó porque recibiera su oportunidad el de Huascato, Jalisco. Herrera ofreció en el Toreo de Cuatro Caminos una lección de boxeo y poder de puños venciendo por nocaut técnico al minuto y 28 segundos del octavo episodio al carismático Olivares, al momento de la detención se encontraba con  amplia ventaja en todas las tarjetas. Con su triunfo se convirtió en el campeón número 13 en la Historia del Boxeo Mexicano, sin dudas un número cabalístico Cuatro meses más tarde, el 29 de julio de 1972, Panamá se convirtió por tercera vez en su historia en la sede de otra pelea de campeonato mundial, el gimnasio Nuevo Panamá albergó a  20 mil espectadores, que querían ser testigos del pleito entre el campeón mundial Gallo unificado Rafael Herrera, y el retador de 24 años de edad, el panameño Enrique «Maravilla» Pinder, un retador con 33 victorias y 4 derrotas. Era la primera defensa para Herrera, de la diadema de las 118 libras. Pinder ganó por amplia decisión unánime en 15 asaltos por virtud de su   velocidad de piernas y  manos, y una estupenda condición física. La película del combate fue la persecución que realizó Herrera por las cuatro esquinas del ring, ante un retador que planteó su pelea a la larga distancia, Herrera  no pudo cazar a Pinder con sus potentes volados de derecha, ni restarle velocidad con golpes a la parte media del cuerpo.. El 14 de julio de 1972, reapareció Rafael Herrera  curado de sus heridas físicas y morales y lo hizo ante Rubén Olivares, el “•Púas” le traía unas ganas enormes de noquearlo y aceptó el pleito en peso pluma sin ningún título de por medio, la pelea se llevó al cabo en el  Forum de Inglewood, para entonces “Mr. KO”, registraba 70 triunfos y dos derrotas, sin duda un enemigo de altísimos vuelos.  Herrera sabedor de que era la pelea que lo regresaría a las grandes ligas, desplegó su caudal de conocimientos, con una enorme frialdad y saco la decisión mayoritaria de los jueces estadounidenses. Mientras tanto el panameño Enrique Pinder se negó a exponer obligadamente su título ante Rodolfo Martínez el retador oficial y El Consejo Mundial de Boxeo apegado al reglamento, lo despojo del cetro, nombrando a Rafael Herrera el rival de Martínez para combatir por el título vacante. La cita fue el 14 de abril de 1973 en La Monumental Plaza de Toros de Monterrey, para el tepiteño Martínez, significaba la gran oportunidad de vengar la afrenta cuando Herrera lo despojo del cetro gallo de Norteamérica tres años atrás. Se trató de un pleito de altísimo nivel en que ambos peleadores cayeron a la lona, Rodolfo dos veces en el cuarto asalto y dos veces en el décimo primero y por su parte Herrera se fue al piso en el octavo episodio, el réferi detuvo el pleito en el décimo segundo episodio de los 15 programados y Rafael Herrera nuevamente se convirtió en el Rey de los Gallos del Consejo, cuando militar en esa división significaba nadar en un mar de tiburones. Defendió el título en dos ocasiones: ante  Venice Borkhorsor en durísima pelea que ganó por decisión dividida y frente al lacandón Romeo Anaya, al que noqueó en seis asaltos en la capital mexicana,  antes de perderlo el 7 de diciembre de  1974, en una revancha con Rodolfo Martínez, en La Plaza de Toros de Mérida, Yucatán, que fue histórica, por tratarse de la primera pelea de título mundial celebrada en la Península. El resultado fue controvertido, ya que Herrera estaba de pie a la cuenta de 7 después de ser derribado en el cuarto episodio y  le preguntó el árbitro si podía continuar. Herrera asintió con la cabeza «sí», pero el árbitro levantó la mano de Martínez y lo declaró el ganador. Herrera se fue hacia delante para continuar, pero el árbitro lo contuvo. Dos peleas sostuvo en 1975 con sendas derrotas ante Octavio Gómez y José Luis Soto y en 1976 dijo adiós enfrentando a José Cervantes ante quien empato y finalmente diez años después, derroto a Alfredo Meneses, el 25 de febrero de 1986 en el Forum de Inglewood, California por decisión unánime. Filmó en 1974  la película “Llanto, Risas y Nocaut”. La compañera de su vida, ha sido la señora Leticia Garza Villarreal. El ex campeón del mundo, cerró su marca con  48 victorias (KO 20), perdidas 9 (KO 3) y empatadas 4 = 61- Ingresó al Salón de la Fama  del Boxeo Mundial de California el 24 de octubre de 2009.